El productor cita como ventajas del formato las siguientes:
- Es práctico, fácil de llevar, al ser ligero, irrompible y de tamaño de bolsillo.
- No es necesario descorchar una botella, que no siempre te acabas en casa.
- Los materiales del envase son ideales para mantener las propiedades organolépticas del vino.
- 100 ml es una cantidad idónea para no dar positivo en los controles de alcoholemia.
- Es un formato ecológico, al ser 100% reciclable.
A nivel logístico, se presenta en cajas de 50 unidades, formando cada 100 cajas un palet.
Nunca he dudado de la capacidad de innovación de los productores italianos, así como de su dominio de las técnicas comerciales y de marketing, pero este producto en concreto no acaba de convencerme, aunque quién sabe, tal vez sea una forma de acercar el consumo del vino a los consumidores más jóvenes, que en mercados como el español se alejan del consumo de vino a pasos agigantados.
¿Y tú que opinas de este nuevo tipo de formatos?
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