El proyecto nació como una joint venture entre la bodega italiana Castellare di Castellina y la francesa Domain Baron De Rothschild-Lafite, en el año 2001, y fraguó en un edificio diseñado por el renombrado arquitecto italiano Renzo Piano, galardonado con el premio Pritzke de arquitectura, en el año 2007. Curiosa la vinculación de los grandes arquitectos del mundo con los grandes proyectos bodegueros del siglo XXI. Hace poco repasábamos Bodegas Portia, diseñada por el también premio Pritzke Lord Norman Foster.
Situada en una colina en la Toscana, rodeada de viñedos, la bodega La Rocca vuelve a las formas tradicionales de la arquitectura toscana mezclada con una moderna estructura de inspiración industrial. El esquema se compone esencialmente de una plaza abierta, un pabellón de cristal y una bodega, que es el corazón del proyecto. La bodega es una gran sala subterránea, dispuesta en forma de anfiteatro, con capacidad para 2.500 barricas de roble.
La torre escarlata que encabeza el edificio y que se puede ver desde kilómetros a la redonda soporta tres espejos circulares que iluminan indirectamente el sótano. El pabellón de cristal alberga los espacios administrativos y comerciales y está abierto a los visitantes. En la elección de los materiales, principalmente de vidrio y terracota, el edificio representa la combinación de los procesos industriales y tradicionales de elaboración del vino en la actualidad.
Los vinos elaborados por la bodega están acogidos a la indicación geográfica Maremma Toscana, siendo tal vez el más icónico de la bodega Baffonero, un monovarietal de Merlot del que tan sólo se elaboran 3.000 botellas al año.
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