Tapones alternativos para vino
Tras el último artículo en que analizamos los distintos tipos de tapones de corcho natural, vemos hoy que hay otras alternativas, cada vez más en uso.
Entre el 30% y el 40% de las botellas de vino que podemos encontrar en el mercado están cerradas con tapones que no son de corcho. Hay muchos tipos diferentes, que desglosamos a continuación. Todos ellos rompen con una tradición centenaria, lo cual no ha de ser ni mucho menos malo, pero estas alternativas suponen una amenaza para regiones cuya economía estaba basada en la explotación del alcornoque, y además suelen estar elaborados con materiales no tan reciclables como es el corcho natural.
¿Por qué no corcho?
Los tapones de corcho están hechos a partir de la corteza del alcornoque, lo que conlleva mucho trabajo, y por tanto, precios caros. Además de ser más barato, el uso de alternativas evita cualquier riesgo de contaminación del corcho, y además es simplemente más práctico para un montón de vinos. Ciertas variedades de vino como por ejemplo la Riesling, son más sensibles a problemas de corcho como el TCA. Además , la mayoría de los vinos son para su consumo en el año de elaboración, por lo que el corcho natural tampoco presenta ventajas significativas.
Los tapones de rosca o screwcap
Se trata de tapones de rosca, generalmente de aluminio, con un revestimiento de plástico neutro en el interior para sellar la botella. Hacen un sellado perfecto con la botella, lo que significa que hay muy poca variación del vino, al no existir ningún tipo de micro oxigenación dentro de la botella, lo cual implica también fuertes aromas a reducción en vinos con este tipo de cierre sometidos a una larga guarda. Debido a esto, estos son los preferidos para los vinos destinados a ser consumidos dentro de un año o dos desde el embotellado.
La chapa o Crown Caps
Tipo de cierre reservado para los vinos espumosos, además de ser los habituales durante la crianza y elaboración en la bodega de este tipo de vinos. De hecho, el tapón tradicional de los espumosos suele ponerse para el lanzamiento al mercado, sobre todo para preservar la fanfarria de la apertura de una botella de champán o de cava. Algunos productores ahora están saltando este paso y lanzan al mercado sus botellas con el cierre de chapa. Funcionan muy bien, pero la verdad, son más como abrir una botella de cerveza que cualquier otra cosa.
Sello de cristal o Vino-Seal
Elaborados con vidrio, tienen la ventaja principal de ser totalmente reutilizables. Al igual que los tapones de rosca, crean una barrera de oxígeno casi perfecto gracias a un sello de goma alrededor del cuello del tapón, por lo que también son idóneos para vinos de consumo inmediato. Su principal inconveniente es que son caros y no se adaptan muy bien a la mayoría de las máquinas de embotellado, lo que significa más costos y más mano de obra en el embotellado.
Los corchos sintéticos
Estos “corchos”, perfectamente lisos, de color uniforme, casi pueden pasar por corchos reales, lo que es básicamente su idea. Conservan el ritual de usar un sacacorchos y oír el dulce sonido de la apertura de una botella de vino, a la vez que se mantiene un cierre del vino que no va a dar problemas de aromas a corcho, o TCA, y además con unos costes muy controlados. El mayor productor, con mucho, a nivel mundial, es Nomacorc (vinventions.com), que afirma que las tasas de transferencia de oxígeno al vino son más consistentes que con los corchos naturales para los vinos de larga crianza en botella, y que además dan más opciones de personalización y de branding que los corchos naturales.
Se trata de alternativas al corcho natural. El tipo de cierre que ha acompañado los vinos de calidad desde hace cientos de años. Está claro que la alternativa del corcho natural es la perfecta desde el punto de vista del respeto al medio ambiente, dado que el corcho natural es totalmente biodegradable, además de que el cultivo del corcho de los alcornocales es un trabajo muy ecológico. Además desde el punto de vista de la liturgia de la apertura de una botella del vino, no hay nada como el corcho.
Sin embargo, si el vino fuera un invento de hoy en día, ¿de verdad creéis que el corcho natural sería la alternativa a elegir? Es caro, difícil de abrir, y requiere de una herramienta ad-hoc, y, sobre todo, los problemas de corcho y TCA han arruinado muchas botellas de buen vino. Yo, sinceramente, creo que hoy en día se elegirían otras alternativas.
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