¡Vaya descubrimiento! Hoy nos sumergimos en el fascinante mundo de los vinos blancos de Rioja, y tenemos entre manos una auténtica joya que está causando sensación entre los expertos: el Abel Mendoza Tempranillo Blanco. Este vino ha logrado la impresionante puntuación de 92 puntos Parker, un reconocimiento que lo catapulta a la élite de los vinos blancos españoles y que nos hace preguntarnos: ¿estamos ante el nacimiento de una nueva leyenda vinícola?
Imagínate paseando por los viñedos de San Vicente de la Sonsierra, en el corazón de la Rioja Alta. El sol acaricia las uvas tempranillo blanco, una variedad que muchos desconocen pero que está revolucionando el panorama de los blancos riojanos. Es aquí donde Abel Mendoza y su esposa Maite Fernández han decidido apostar por lo diferente, por lo único. Desde 1988, su bodega se ha convertido en un referente de la viticultura ecológica, demostrando que el respeto por la tierra y la tradición pueden ir de la mano con la innovación y la excelencia.
La historia detrás de este vino es tan rica como su sabor. Abel Mendoza, un visionario del vino, decidió hace años que la uva tempranillo blanco merecía brillar por sí misma. Con 18 hectáreas de viñedos distribuidos a lo largo del río Ebro, cada parcela aporta su propia personalidad al vino final. Los viñedos, con más de 30 años de antigüedad, son tratados con un mimo especial. La vendimia se realiza a mano, seleccionando cuidadosamente cada racimo para asegurar que solo lo mejor llegue a la bodega.
Pero la magia no termina en el viñedo. El proceso de elaboración es un verdadero arte. El mosto fermenta en barricas nuevas de roble francés de 225 litros, donde permanece durante cinco meses con sus lías finas. Este contacto prolongado con las lías le confiere al vino una textura sedosa y una complejidad aromática que te dejará sin palabras. Es un proceso meticuloso, casi artesanal, que requiere paciencia y experiencia.
Al abrir una botella de Abel Mendoza Tempranillo Blanco, te recibirá un aroma cautivador. Cierra los ojos e imagina el perfume de frutas blancas maduras, como manzanas y peras recién cortadas. Pero hay más, un fondo ahumado sutil y elegante que te invita a seguir explorando. Es como si cada nota aromática fuera una pieza de un rompecabezas perfectamente ensamblado.
- Formato/Añada Comercializada actualmente por el productor
- Producto de La Rioja, España
- Vino tinto D.O.Ca. Rioja
- Tempranillo
- Crianza
- Formato/Añada Comercializada actualmente por el productor
- Producto de La Rioja, España
- Vino blanco D.O.Ca. Rioja
- Garnacha, Viura, Malvasía y Torrontés
- Nota de cata visual: Elegante, Amarillo claro, Ribete acerado y Atractivo
- Alcohol content: 13.0 percent_by_volume
- Item package quantity: 1
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- Producto de La Rioja, España
- Vino tinto D.O.Ca. Rioja
- Tempranillo
- Crianza
Y cuando por fin lo lleves a tus labios, prepárate para una experiencia sensorial única. En boca, es un vino que baila entre la frescura y la estructura. Su fluidez te sorprenderá, pero no te dejes engañar, tiene cuerpo y personalidad. La acidez, perfectamente equilibrada, le da vida y longevidad. Y ese final, oh, ese final largo y persistente que te hará cerrar los ojos y disfrutar de cada segundo. Los toques minerales son como un guiño a la tierra que lo vio nacer, un recordatorio de su origen privilegiado.
Pero, ¿qué hace que este vino sea tan especial como para merecer 92 puntos Parker? La respuesta está en su equilibrio y su capacidad para sorprender. No es común encontrar un blanco de Rioja con tanta personalidad y elegancia. Es un vino que desafía las expectativas, que te hace replantearte todo lo que creías saber sobre los blancos españoles.
Para disfrutarlo en su máxima expresión, te recomiendo servirlo entre 8 y 10 grados. A esta temperatura, sus aromas se despliegan con generosidad y su estructura en boca alcanza el equilibrio perfecto. Y hablando de disfrutar, las posibilidades de maridaje son infinitas. Imagina un plato de pescado blanco a la parrilla, con un toque de limón. O quizás un risotto de mariscos, cremoso y aromático. Este vino tiene la versatilidad de acompañar desde los platos más delicados hasta propuestas más atrevidas como un sushi de autor o un ceviche peruano.
La bodega Abel Mendoza Monge es un ejemplo de cómo la pasión y la dedicación pueden transformar la viticultura. Su apuesta por la agricultura ecológica no solo respeta el medio ambiente, sino que también se traduce en vinos de una pureza y autenticidad extraordinarias. Cada botella es un testimonio de su compromiso con la calidad y la expresión del terroir.
El reconocimiento de 92 puntos Parker no es casualidad. Es el resultado de años de trabajo duro, de una visión clara y de un profundo respeto por la tierra y sus frutos. Este galardón coloca al Abel Mendoza Tempranillo Blanco en el mapa de los grandes vinos blancos del mundo, y nos recuerda que la Rioja tiene mucho más que ofrecer que sus famosos tintos.
Para los amantes del vino que buscan nuevas experiencias, este Tempranillo Blanco es una revelación. Es un vino que te hace pensar, que despierta tu curiosidad y que, con cada sorbo, te cuenta la historia de su tierra y de las manos que lo crearon. No es solo un vino para beber, es un vino para descubrir, para compartir, para celebrar.
Y aunque el verano se nos escapa entre los dedos, este vino nos recuerda que siempre hay motivos para celebrar. Ya sea en una terraza con los últimos rayos del sol o en una acogedora cena de otoño, el Abel Mendoza Tempranillo Blanco es ese compañero que eleva cualquier momento a la categoría de especial.
En definitiva, estamos ante un vino que representa lo mejor de la innovación en la tradición vinícola española. Un blanco que desafía los estereotipos y que demuestra que la Rioja tiene aún muchas sorpresas que ofrecernos. Con sus 92 puntos Parker, el Abel Mendoza Tempranillo Blanco no solo es un vino excepcional, es una invitación a explorar, a descubrir y a enamorarse de nuevo del fascinante mundo del vino. ¿Te atreves a probarlo? Te aseguro que una vez que lo hagas, tu percepción de los blancos de Rioja cambiará para siempre. ¡Salud y a disfrutar de esta maravilla enológica!
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